Imaginate estar en una playa desierta...

Imaginate estar en una playa desierta, con algunas palmeras, una leve brisa y tomando un rico cocktail. Son las seis de la tarde, el sol va cayendo, el cielo se pone naranja y solo se escucha el cantar de algún pájaro de fondo. Sentís que no hace falta nada más y te das cuenta que estando solo se puede ser muy feliz. No niego que en ese momento sea una gran verdad pensar eso, pero ahora volvé a leer desde el principio pero que el comienzo sea: “Imaginate estar con una persona que querés mucho en una playa…”.